Prof. Dr. Enrique Rimbaud
El Caracol Gigante Africano (CGA), o como se lo denomina científicamente Lissachatina fulica es una especie de caracol terrestre de la familia Achatinidae, en el orden Stylommatophora, comúnmente conocida como caracol gigante africano. Anteriormente era conocida como Achatina fulica.
Se le dice gigante, porque puede alcanzar un tamaño de 30 cms.
Esta plaga es considerada una de las especies exóticas invasoras más importantes del mundo, puede llegar a ocasionar impacto considerable en la biodiversidad ecológica, pérdida de cultivos y principalmente daños a la salud pública.
Distribuida en todos los continentes, ya se ha detectado en Centroamérica, y concretamente, esta semana que pasó en Nicaragua se descubrió un ejemplar en un zoocriadero de Masaya, ingresado ilegalmente.
El caracol inyecta su veneno a través de un diente semejante a un arpón cuando es tocado bruscamente (por ejemplo, al limpiar la concha o al meterlo en el bolsillo). El veneno causa parálisis temporal, que en raras ocasiones puede llegar a ser mortal.
Ante la presencia del Caracol Gigante Africano, se recomienda: No tocar los caracoles y evitar el contacto con la baba, especialmente con ojos, nariz, boca y heridas. Lavar inmediatamente sus manos, si tocó al caracol o cualquier superficie que pueda haber estado en contacto con baba o heces del caracol.
Las principales enfermedades trasmitidas por el caracol gigante africano son:
1. El A. cantonesis es un parásito neurotrópico que migra al tejido nervioso para provocar tres entidades clínicas: la meningitis eosinofílica (ME), también conocida como angiostrongiliasis meningítica; la encefalitis y la angiostrongiliasis ocular.
2. El CGA es el hospedero intermediario de varios parásitos incluidos Aelurostrongylusabstrusus, Angiostrongyluscantonensis, Angiostrongyluscostaricensis, Schistosomamansoni, Hymenolepisspp. Y Fasciola hepática.
3. El L. fulica es el agente trasmisor de la bacteria gramnegativa Aeromonashydrophila, la cual provoca diarrea, infecciones de piel y tejidos blandos; bacteriemia y sepsis, principalmente en pacientes con enfermedades hepatobiliares, cáncer, quimioterapia, neutropenia u otra forma de inmunosupresión.
4. El CGA puede producir otras enfermedades parasitarias como trichuriasis, esquistosomiasis, giardiasis, blastocistosis y criptosporidiosis.
Ante la sospecha de esta plaga, que hacer? Antes que nada no tocarlo, si lo hice, lavarme las manos, y comunicar al IPSA para que lleguen a reconocerlo y aislarlo!!!